viernes, 18 de enero de 2013

De arcilla


De arcilla este poema
que liga pleamar de vocales
agua de tinteros del músculo trepador

serpientes de barro
copas sedientas de vino enamorado
cascadas de liberación.

De arcilla esta proclama
que es la medida de provocadora
mensajera torpemente enajenada...

Idealista soga al cuello enamorada
la que otorga consuelo a la palabra
la vestimenta de un soldado sin batallas

enredada en la puerta trasera
es el epígrafe al banquete de la luz y las sombras
abanderada flor de un instante alumbrada.

Apuntes



No quiero pasar de largo sin haberte secuestrado
sin prisas, sin detener el tiempo de tu memoria
como larvas de mariposas que nacen en otoño
cuando la vida depara las sorpresas inesperadas
las visitas imprevistas en el discurrir de las quimeras.

No me gustaría dejar de improvisar cuando te encuentro
apegado, a claveles que levitan
nostálgico, sin derramar la copa de tu huida
turbulento, en el diván de un proscrito
provocativo, con tu aguijón de mandrágora.

Preferiría robar tu precipitación antes que tus palabras
arrancar las rocas de tus mares
desviar el caudal de tus atardeceres hacia mis costillas
elevar hacia Saturno el peso de tus dudas
alzarme contra el veneno de tu lengua.

No hay más, ni instrucciones ni recetario
para liar no hay dardos enamorados
sólo quedan cenizas de barcos a la deriva
restos fermentados en la fragua del deseo
amnistías letales en el nido de un amor en letargo...

jueves, 17 de enero de 2013

En el puerto


La llanura ha sido plantada por el océano.
El marinero no amarra cábalas en su destino
mientras que la piel del mar se deshoja
como si mil caléndulas marinas orasen
como si el unicornio marino bailase en las orillas.

Toda marea tiene fin, aquí, en Sulimia
donde las caracolas a coro afinan su canto
para conquistar a Neptuno mientras labra los abismos
donde las algas juegan a nereidas arrepentidas
como si naufragar fuera cosa de sirenas revolucionarias.

Los pasajeros apresuran la hora tempestiva
mareados, perdidos en alta mar
y el barco sin fronteras
afina la batuta oteando un horizonte cimbreante
un final en el puerto de un sueño divino...

En la nada se podría inventar poemas
sin fingir el paso del frío en la savia
abrasar la voz sin condenar el alivio de la espera
abandonado el vacío de la soledad

escribir la felicidad en la pared del dolor
en el salvaje soliloquio de la culpabilidad
en la frente del olvido.

En la nada podría perderme
hasta llegar a detener el tiempo de las espadas
perderme hasta entender que la rosa es caricia
a pesar de las espinas de la belleza muda

en el lago del pecado
abrazando la espera
convidando al infierno
a inventar un presente sin más.

Imposible, un poema sin silencios...

martes, 15 de enero de 2013


Hay un silencio en el silencio de las murallas
mengua hasta la Luna y sus flores
el Sol parece enloquecer y los mares
ya no siembran cosechas de amor

y sangra la verdad en este desfiladero de cuarzos
incluso se acalla la piedra insomne.

Cuando las murallas caen, se silencia el miedo
naciendo jardines entre tu pueblo y el horizonte
hasta llegar al desorden en mi agenda de azabaches.
Todo lo puede la llanura, el sicómoro y la mudanza...

Todo sabe a yerbabuena cuando no hay fronteras
aquí, entre las alamendas y el almizcle de tu raíces
entre el gentío y la rueda del amor.

Si acallas tu latido no puedo componer compases de risa
de fiestas y de nacientes, si acallas tu sueño
puedo morir por el espejismo
de una vida sin tu música, la que orquesta mi mutación

y me hace dibujar en tu voz la posibilidad de ver caer
todas las murallas que separan mi mar de tus orillas
de ver caer la niebla que amordaza los corazones
de ver morir los tentáculos de los sueños pétreos...

domingo, 13 de enero de 2013

Hay un espacio para escaparme
entre la idea y la locura,
es la condena del naufragio,
haciendo lo imposible
en el circo de la necesidad.

Vencida, busco en los huecos de la herida
intentando coser los retales de mi vida
con el hilo del sol y la voz del mar
en vendavales de poemas cosidos
al viento de la incertidumbre.

Gota a gota, se diluye este lugar
donde la niebla es de onice
donde habita un gigante que grita
el hábitat del tiempo en la rueda del silencio
respirando un océano que late la razón del olvido...






sábado, 18 de agosto de 2012

A Nadezhda Tolokonnikova


Hoy el día se funde
en manos con el puño en alto

es más cierta la libertad que escondo
que las tinieblas del miedo

donde callan los muertos vivientes
los enmudecidos tronos oxidados...

Hoy, me fundo con los sueños más temibles
para los que quieren acallar mi canto

hoy soy la madera del puñal en mi voz
soy el metal de mi espada, mi canto

y soy esa mujer que no se duerme
que revienta las prisiones, porque no estoy sola

porque sé que hay más puñales y puños
hay más madera que quemar

ríos de palabras, palabras de agua
palabras que chirrían en sus desalmadas garras...