Como la sabina
amarrada a tus vientos
domesticada a tu tierra
buscando tu rocío
la fragua del cuarzo
invadida de luz y frenesí lunar
sujeta e indefensa
con mis papeles revueltos
sin remedio
siento el trastorno de las horas
mortificada por tu fuga
de estas paredes de argón
soy una llave
que abre tus entrañas
y te indulta...
No se te ocurra ser "asesina"... Es lo único que siempre será verdad... Que eres la niña que llevas dentro.
ResponderEliminarConocí una Sabina: dura, inflexible... tan niña que su melena le llegaba a los pies y la recogia cada día en su moño de Mujer.
Excelentes versos
Un saludo
Gracias Anónimo por tus palabras generosas!
ResponderEliminar