lunes, 8 de septiembre de 2014

Me siento feliz, pequeña y lunática
soy diminuta, un haz entre las multitudes
como un instante frente al tiempo...

Me abro paso entre gigantes
las calles guardan un talismán de agua
y yo busco remendar el sabor de los rincones
por si un día, un soplo derriba mi memoria
y olvido el naufragio de las flores cortadas...

Me angustia una acera sin grama, sin recuerdos
un silencio enjuagado en la herencia de los ojos
un misterio resuelto sin la boca de un niño
me angustia pasar y dejar que el polvo asesine la piedra...

No me queda rabia en los huesos
ya no me queda sospecha de dientes afilados
ni más balas de cartón en los libros antiguos.
Sólo guardo un jardín entre mis pertenencias
el jardín de los besos prohibidos...


jueves, 4 de septiembre de 2014

Siempre es tarde
para acudir al parque
para salir con la tarde
hacer de puente al sol
ser tus ojos de musgo
y se me antojan nubes
y semáforos de lluvia.
Hay grama en tu mirada
y salvias adornan tus pies
mientras leo el horizonte
de un libro de magia
aquí, en un banco de piedra
piedra de Arucas
que un día fue montaña
y me soborna el sentido
sus cuentos bereberes
y me vuelvo trébol
y me hago de mostazas...
Si llega la noche
acude la luna
y me cito con la hiedra
ya somos una fiesta
de árboles y pulso verde
los muros y la rocalla
la fuente
que me canten los cernícalos
que me tiemble el alma
en el viejo parque
donde una vez, brotó el agua
y ahora tristes geranios
cuelgan de su manantial dormido...
De noche, cuando no juegan los niños
niños perdidos anclan su nido...