La vida no te está esperando en ninguna parte,
te está sucediendo.
Osho
Hay espejismos en lo cotidiano
espejismos en los espejos
espejos de agua, de palabras.
No te nombran, ni te clavan
sólo te imaginan como etéreo...
Remedios alternativos al fraude
de lo ficticio, el circo de la imagen.
Espejismos para vivir en el pasado
no enfrentados al trauma
de todo el lastre que cuesta dejar atrás.
En el diván de Alicia me siento pequeña
liviana, y nunca me cortan la cabeza
y siempre gano a la reina de corazones.
Espejismos para la libertad
presente, pleno y real.

jueves, 8 de diciembre de 2011
miércoles, 7 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
Lo digo a mi manera
Cuántos son los caminos del agua
y los poemas de sal, cuántos de fuentes...
Me gusta así, con su boca de mar
inundando esta tierra de flores de lis
en un viaje arquetípico con prólogo
en la piedra negra, en el cáliz del relámpago.
Todo lo invisible es un círculo sagrado
donde baila al son del ciprés
y el amor al nombre es un ensayo,
un viejo poema árabe de alamedas...
Lo digo a mi manera
a la manera de la palabra adormecida
la del camino a Granada
de una metáfora de amor loco
apócrifa palabra, caminos al filo
de no se sabe qué percepción hallar.
y los poemas de sal, cuántos de fuentes...
Me gusta así, con su boca de mar
inundando esta tierra de flores de lis
en un viaje arquetípico con prólogo
en la piedra negra, en el cáliz del relámpago.
Todo lo invisible es un círculo sagrado
donde baila al son del ciprés
y el amor al nombre es un ensayo,
un viejo poema árabe de alamedas...
Lo digo a mi manera
a la manera de la palabra adormecida
la del camino a Granada
de una metáfora de amor loco
apócrifa palabra, caminos al filo
de no se sabe qué percepción hallar.
Supervivencia
Si tienes el don de arder
las sombras se incinerarán
en la piel del sueño.
Ya no habrán más reliquias del miedo
rescoldos de la marca de las tinieblas
de las máscaras de plomo...
Como una alquimia
alumbrarás el diamante
forjado en la supervivencia.
las sombras se incinerarán
en la piel del sueño.
Ya no habrán más reliquias del miedo
rescoldos de la marca de las tinieblas
de las máscaras de plomo...
Como una alquimia
alumbrarás el diamante
forjado en la supervivencia.
domingo, 4 de diciembre de 2011
sábado, 3 de diciembre de 2011
Ya sé que es lo que buscas
con tu cuerpo dionisiaco
bajo esta lengua que me protege
de volcán inaccesible
de violetas en la grieta del vendaval
de sementera en la huída de un pinzón
quieres que me renazcan tus alas
a mí, en la sangre de mi tribu
buscas ahondar entre mis muslos
devorar este miedo que nos violenta
esta borrachera de palabras venenosas
quieres que hierva mi piel de Perséfone en el infierno
ser el trigo de mi tierra cobriza
quieres beberte mi licor de tammuz
destronarme de mi reino de libélulas
quieres poseerme como a un potro salvaje
para luego, ya sé, sacrificarme en tu boca...
con tu cuerpo dionisiaco
bajo esta lengua que me protege
de volcán inaccesible
de violetas en la grieta del vendaval
de sementera en la huída de un pinzón
quieres que me renazcan tus alas
a mí, en la sangre de mi tribu
buscas ahondar entre mis muslos
devorar este miedo que nos violenta
esta borrachera de palabras venenosas
quieres que hierva mi piel de Perséfone en el infierno
ser el trigo de mi tierra cobriza
quieres beberte mi licor de tammuz
destronarme de mi reino de libélulas
quieres poseerme como a un potro salvaje
para luego, ya sé, sacrificarme en tu boca...
La muerte sumisa
Es hora de mudanzas
y de escribir el tiempo en otro tiempo
en otras mareas, en otras olas
donde el cuarzo sea un jardín del Eden...
Es hora de hacer las maletas del recuerdo
y abandonarlas en una estación de mimosas
que un tren del olvido las devuelva a su dueño
si las perdió ayer en las pleamares del silencio
Es hora de escribir en papiros de duraznos
en las esquirlas de las acacias, en las murallas
es tiempo de escribir el verso de lo invisible
en un rayo que doblegue la miseria del abandono
la muerte sumisa.
y de escribir el tiempo en otro tiempo
en otras mareas, en otras olas
donde el cuarzo sea un jardín del Eden...
Es hora de hacer las maletas del recuerdo
y abandonarlas en una estación de mimosas
que un tren del olvido las devuelva a su dueño
si las perdió ayer en las pleamares del silencio
Es hora de escribir en papiros de duraznos
en las esquirlas de las acacias, en las murallas
es tiempo de escribir el verso de lo invisible
en un rayo que doblegue la miseria del abandono
la muerte sumisa.
Te llamo espina pero eres nube en mis adentros
y te llamo árbol generoso
libre montaña, te llamo olivar y tú te ríes
y calima, y te oprimo la memoria
te llamo bóreas y te enciendes
nido y me buscas en la noche
te llamo nada y tú te rindes entre mis piernas
y si te llamo espera, me retienes
te llamo libertad y tú me secuestras
y si te nombro sollozo, me crees extramjera
y cuando te nombro torbellino
los astros, todos, invocas a mi lengua...
Te llamo enigma y tú me olvidas
y si te llamo diciembre te crecen ramas de mirto
y madrépora te nombro
y tú me posees luciérnaga de tu pupila.
y te llamo árbol generoso
libre montaña, te llamo olivar y tú te ríes
y calima, y te oprimo la memoria
te llamo bóreas y te enciendes
nido y me buscas en la noche
te llamo nada y tú te rindes entre mis piernas
y si te llamo espera, me retienes
te llamo libertad y tú me secuestras
y si te nombro sollozo, me crees extramjera
y cuando te nombro torbellino
los astros, todos, invocas a mi lengua...
Te llamo enigma y tú me olvidas
y si te llamo diciembre te crecen ramas de mirto
y madrépora te nombro
y tú me posees luciérnaga de tu pupila.
Hasta el infinito, sin afiliar abismos
pero más lejos de la espera
más lejos aún del precipicio sin casualidades que apuñalen destinos
en listas de esperas de lecciones mortíferas
todo tiene sentido, existir tiene que ser en ti y de ti, nacer cada día
porque no queda nada más, ni nada por hacer que no seas tú
tú, el átomo de la permanencia, el perfecto -si tú fueras-
si tú te dejases ver en la oscuridad
tú, la quintaescencia de mi imaginación, de mi magisterio de heliotropos.
Si tú pudieras ver más allá de lo que reniegas
podría yo, aprender a vivir en la cuerda floja
podría exiliarme en el azar de tus paraísos
a ganar alguna vez, contigo, la partida, sin pronunciar cegueras.
...
pero más lejos de la espera
más lejos aún del precipicio sin casualidades que apuñalen destinos
en listas de esperas de lecciones mortíferas
todo tiene sentido, existir tiene que ser en ti y de ti, nacer cada día
porque no queda nada más, ni nada por hacer que no seas tú
tú, el átomo de la permanencia, el perfecto -si tú fueras-
si tú te dejases ver en la oscuridad
tú, la quintaescencia de mi imaginación, de mi magisterio de heliotropos.
Si tú pudieras ver más allá de lo que reniegas
podría yo, aprender a vivir en la cuerda floja
podría exiliarme en el azar de tus paraísos
a ganar alguna vez, contigo, la partida, sin pronunciar cegueras.
...
viernes, 2 de diciembre de 2011
En la diana
Un viento del este
y en un ángulo de diez grados
de arco iris,
dibujo con la paleta de acuarela
un bonsai de tus ojos
las pléyades de tu esencia
la exactitud del ojo en tu mirada de pájaro.
Y abro fuego de fosforescencias.
Objetivo alcanzado
en la diana de tu rosa laberíntica.
Sólo un relámpago de raíces
me separa de la presa...
Tu azul tamizado de ojo de halcón
el negro pétreo de tus silencios
la herida en el blanco perfecto.
y en un ángulo de diez grados
de arco iris,
dibujo con la paleta de acuarela
un bonsai de tus ojos
las pléyades de tu esencia
la exactitud del ojo en tu mirada de pájaro.
Y abro fuego de fosforescencias.
Objetivo alcanzado
en la diana de tu rosa laberíntica.
Sólo un relámpago de raíces
me separa de la presa...
Tu azul tamizado de ojo de halcón
el negro pétreo de tus silencios
la herida en el blanco perfecto.
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