Siempre es tarde
para acudir al parque
para salir con la tarde
hacer de puente al sol
ser tus ojos de musgo
y se me antojan nubes
y semáforos de lluvia.
Hay grama en tu mirada
y salvias adornan tus pies
mientras leo el horizonte
de un libro de magia
aquí, en un banco de piedra
piedra de Arucas
que un día fue montaña
y me soborna el sentido
sus cuentos bereberes
y me vuelvo trébol
y me hago de mostazas...
Si llega la noche
acude la luna
y me cito con la hiedra
ya somos una fiesta
de árboles y pulso verde
los muros y la rocalla
la fuente
que me canten los cernícalos
que me tiemble el alma
en el viejo parque
donde una vez, brotó el agua
y ahora tristes geranios
cuelgan de su manantial dormido...
De noche, cuando no juegan los niños
niños perdidos anclan su nido...
Nunca es más tarde de lo que queramos que sea.
ResponderEliminarLa sutileza hecha metáfora de vuelo romantico envuelve tu poesía.
Un saludo
Gracias!
ResponderEliminar