jueves, 4 de septiembre de 2014

Siempre es tarde
para acudir al parque
para salir con la tarde
hacer de puente al sol
ser tus ojos de musgo
y se me antojan nubes
y semáforos de lluvia.
Hay grama en tu mirada
y salvias adornan tus pies
mientras leo el horizonte
de un libro de magia
aquí, en un banco de piedra
piedra de Arucas
que un día fue montaña
y me soborna el sentido
sus cuentos bereberes
y me vuelvo trébol
y me hago de mostazas...
Si llega la noche
acude la luna
y me cito con la hiedra
ya somos una fiesta
de árboles y pulso verde
los muros y la rocalla
la fuente
que me canten los cernícalos
que me tiemble el alma
en el viejo parque
donde una vez, brotó el agua
y ahora tristes geranios
cuelgan de su manantial dormido...
De noche, cuando no juegan los niños
niños perdidos anclan su nido...



2 comentarios:

  1. Nunca es más tarde de lo que queramos que sea.

    La sutileza hecha metáfora de vuelo romantico envuelve tu poesía.

    Un saludo

    ResponderEliminar

Te agradezco tu visita y tu comentario.