viernes, 6 de febrero de 2015

Eras tú, como siempre
y no era el mar, por la distancia
ni el viento, por estas paredes de cal viva
no era un ave, la luz de la lámpara marcó el tiempo
no era la oscuridad, dormía

Eras tú, leve, silencioso, callado
era tu respiración
aquí, en mis entrañas
desde siempre, tu respiración
anudándome a golpes de amor desnudo

era tu respiración, que nunca se marcha
desde tu infancia redentora
desde que las estrellas decidieron unirte a mi sangre
y no puedo dejar de pensarte

si te olvido un instante
el corazón se convierte en piedra
y revuelvo todos mis papeles
buscando el sentido de la vida

y sólo lo encuentro
en el instante en que recuerdo tu respiración...

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