viernes, 28 de febrero de 2014

Me nacen en la memoria árboles de mazapán y mares de ópalos
y no quiero despertar de esta borrachera de lucidez
porque no quiero dejar mis manos vacías de lápiz y memoria.
Quiero la vida que no está en venta, que no tiene banderas heladas
quiero que la noche sea el sueño que confirme a la mañana siguiente la libertad
y a hombres libres que busquen en el consuelo de su pecho su propio destino
porque no quedan días para el refugio, para la droga de la tiranía...
Me nacen en la memoria bosques y navíos contra la amargura de la fatiga
porque nunca me canso de luchar contra gigantes que impiden caminar
porque es la hora exacta para ondear caracolas y jaras en vez de máscaras...
Y quiero seguir en pie cuando la tarde sea insumisa y acompañarla
seguir despierta en los días grises y en su garra no haya silencios
aunque fuera necesario perder la gloria, victoria de la inmunidad...
De qué sirve la amnesia si no se pierde la cordura ni un instante de la vida
aunque sólo un instante es necesario para recuperar la frontera entre el Alma y el cuerpo...

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