sábado, 12 de julio de 2014

Tengo todavía corazón de dragón
fuego y agua en mis entrañas
aunque no guardo cristales en mis palabras
ni piedras en mis manos...
De tiza mis recuerdos en las paredes
y un mestizaje de mil pueblos en mi sangre
que hacen que haya una niña pintando las calles
que reniega de la ausencia y busca en la placenta de la luna...
Hay un pájaro en mi sueño que cose las heridas
y me reinvento como las olas del mar
y no busco consuelo en los desiertos de mis horas perdidas...

2 comentarios:

  1. y no busco consuelo en los desiertos de mis horas perdidas...

    Profundo y hermoso cierre.

    Un abrazo

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