Hace poco no existía el ruido...
Estos días de silencio
el ruido de tanto silencio amortigua la huída.
Hoy, se puede traspasar el grito
es siniestro
pero todas las calles parecen mortales
descubiertas y en llamas
todas las calles, sordas
y, ¿yo?
Escucho arrastrarse el murmullo de los coches
el eco de las montañas que quedaron estériles
monótonas señales de vida, latentes.
Las calles presienten, tienen el alma de sus insomnes...
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