sábado, 29 de octubre de 2011

Esta sangre bereber
este trastear entre libros y jazmines
entre cornalinas y visiones
me contagia la nostalgia de un mar índigo
donde mil batallas se perdieron y ninguna por amor
Esta savia de támbaras
que mira al sur del recipiente de tu pecho
para exprimirte sin que te duela el antes y el después
todo los tiempos atávicos donde ronroneó esta gata verde
y el infinito sea un bosque de algas que alimente tu celo de amador...
Esta sangre de siete rosas
amasa tu Alma al corazón de una estrella
para que regreses de tus amarillos reinos
para que no te quede ni un rescoldo del vacío huérfano
y te quedes entre mis pliegues de coral
y seas la tarde de los mil colores, el temple de un granado
seas la métrica exacta de una palabra,
la que muerde tu lengua.


...

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