miércoles, 26 de octubre de 2011

-Y la materia
renacida, principio de un poema.-



Nuestro espacio
donde la materia  absorbía la forma
todo el color, mi fascinación

fluye


en la penumbra del atardecer
en círculos de retama. Eclipse


tú, condúceme hasta la impaciencia


desvaneciéndome como deshielo
y así poder desaprenderme entre tus riscos
como amazonas, Alisios libres...


para desatar el rumor del viento
en los vértices incondicionales


para que el invierno jamás traspase la piel.


Tú, gentil de tarajales, siropes y trigos
ven a mí a ser el roble y la inspiración
la felicidad del colibrí


trae el rayo y el trueno del amor
a Sinué el egipcio en cualquiera de nuestras vidas
vividas o por vivir, quizás recuerdes
un violín con su única cuerda latiendo...


Yo, me rindo como el cisne a tu reino de Dioses
fugaz como la chispa de los cometas
aquí, al precipicio de tus manos y tu pincel.


...

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