lunes, 31 de octubre de 2011

Me regalaste el sur
-sin el olvido de la violeta-
y hasta hoy nunca te has ido de mi costilla

mejor el cielo, vencida, contigo
las nubes de espumas de magia
y volar a tu lado hacia Creta.

Cerraste la puerta a las preguntas infértiles
y abriste a besos el jardín del paraíso perdido
sucedió lo imposible en los recuerdos del ayer...

No quedan silencios anónimos
se esfumaron los interrogantes
y ya nunca sé si es de noche.

Y en el aire escribo este oficio de retenerte
como si fuera el mismo jardín secuestrado por la Vía Láctea
y si me faltaras prometo buscarte entre las estrellas.


...

1 comentario:

  1. Qué bien escribes, amiga.

    Me encantan todas tus imágenes y la delicadeza con la que empleas el lenguaje. Las palabras en ti son de cristal.

    Un beso
    Ana

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