domingo, 23 de octubre de 2011

Ni juntando todas las riquezas
ni oro ni diamantes
nada, no hay nada
que forje una flor.
Sólo la tierra hiriente, húmeda
el agua que fluye por las acequias
el pájaro y la jara
el drago y el silencio
crisol de la semilla,
gime y de orgasmo
en la blanca oscuridad
brota hacia el Sol...

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