viernes, 28 de octubre de 2011

Supe de tus cenizas
más ya nada importa ni se esconde
he plantado en tu nombre un ciprés
por cada incendio y ahora las sombras
abren la puerta al mundo de lo inmutable
-pero a ti no te duele la savia que brota-
el cielo me ha encargado que te cubra
que te alimente el Alma con besos, de mimos
y tú, me miras abstraído, como si nada ni nadie
fuéramos, como si la tierra labrada
siempre hubiera existido en un jardín de azabaches
cristalizados en enigmas de mares, del nombre
de las cosas, las que perdimos, y sabes
que nunca fueron, porque no queda nada
y las cenizas huelen a mirto, y tus silencios
son bendecidos por los manantiales imperecederos
para que tengas motivos, de existir, de ser
inmigrante en mis adentros, un buscador de libélulas
dentro de mi memoria, de la tuya,
porque vi tus alas cuando atravesé tus pulmones
y sé, mi amor, que puedes volar, puedes
si expulsas el humo de la ciudad que te esclaviza
si fueses capaz de recordar aquel jardín
que guarda aquel viejo pozo
donde una vez, una vez, pediste un deseo...

Supe de tus cenizas y amé tus caminos...


...

1 comentario:

  1. HAY AMORES QUE SE REDUCEN A CENIZAS CUANDO EL TIEMPO DEJA HUELLAS HONDAS E IMBORRABLES DE SILENCIO Y DE RECUERDOS.

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