lunes, 31 de octubre de 2011

El rincón de otoño

Supongo que el amor sube en ascensor
el cariño decora las habitaciones y el cuartito de estar
mientras que el frontis de la casa es una acuarela,
la floresta de Venecia.
Fiestas en los salones, corazones en la escalera.
Entre los libros un océano de manglares
y en el baño corales y perfumes, jabones de la abuela
el lugar más hermoso para hablar con la lluvia...
La pasión apaga las luces fosforescentes
mientras que un niño las enciende con sus ceras de colores,
una esperanza en los portales
y la ternura en los patios de caracolas
y nada rompe la sincronía del teléfono azul y la lavadora jazmín,
hay un recomponecorazones en la cocina de especias y lavanda
tazas de tomillo y canela, café de Etiopía, almendras del Sur...

Todos los átomos anacarados en las habitaciones
donde se remedia el puzzle de los sueños,
siempre recordando esas viejas notas en el hogar
que iba dejando por los muebles,
bajo el sofá, bajo el colchón, bajo mis calcedonias
y ahora es un rompecabezas de nardos y otoños
en esta calle, con el número de los senecios.


...

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